Proyecto

El sonido es un sistema en constante evolución. En Salto Petricolor, cada composición es una exploración donde el metal progresivo, la electrónica, el pop y el ambient conviven sin restricciones estilísticas. No hay géneros fijos, sino materiales que se transforman según la intención de cada obra. Influencias como King Crimson, Dream Theater, Korn, Textures, Meshuggah y Devin Townsend se entrelazan con Violeta Parra, Paramore, Brian Eno, Rosalía, Tame Impala, Los Prisioneros y Kraftwerk, generando un lenguaje sonoro de calidad propia.

El proyecto nace de la búsqueda personal de Tom Cortez, músico y productor chileno, quien ha construido Salto Petricolor como un espacio de experimentación musical y conceptual. Su trayectoria comenzó con el teclado en la infancia, expandiéndose con los años a la guitarra, el bajo y la batería. Con una visión integral, ha desarrollado un enfoque donde la composición, la producción y la mezcla son procesos inseparables.

Cada obra representa una etapa distinta en esta exploración. Cybersyn (2019) toma como punto de partida la Unidad Popular para imaginar un futuro que nunca fue, utilizando metal electrónico y psicodelia. En Medida de lo Posible (2020) resignifica Estar Solo de Los Prisioneros, llevándola a un territorio sonoro distinto. blau. (2024) construye su narrativa a partir del color azul, explorando la melancolía y la transformación con una combinación de progresivo, reggaetón y ambient.

El proceso es completamente autogestionado. Cada sonido, cada textura y cada decisión estética nacen en un entorno de trabajo donde la composición, la producción y la mezcla son parte de un mismo gesto creativo. La grabación no es solo captura, sino escultura; la producción no es solo ensamblaje, sino arquitectura. La imagen y el sonido se diseñan bajo una misma lógica, donde la música no solo se escucha, sino que se habita.

En vivo, la música se adapta al espacio y al momento. Desde presentaciones en solitario hasta shows con banda completa e integración visual, cada concierto es una nueva forma de experimentar la obra. Ha estado en escenarios desde multicanchas en Puente Alto hasta la Sala SCD Egaña, Crearock y otras, mostrando su propuesta como un ejercicio de inmersión y transformación constante que quiere ser llevado a todas partes.

Salto Petricolor es un proceso en movimiento. Un punto de encuentro entre el sonido, la percepción y el tiempo.